Cómo impulsamos negocios rurales con innovación que conecta

Hablamos con Camilo Mejía, desarrollador de negocios bio innovadores de Biointropic, sobre el proyecto que estamos realizando con Agrosavia y agricultores de dos regiones colombianas, con el fin de promover sus productos.

¿Qué estamos haciendo con AGROSAVIA?

Camilo Mejía (CM): En Biointropic nos unimos a un proyecto macro liderado por AGROSAVIA que busca fortalecer la agroindustria rural en Antioquia y Caldas. La apuesta: llevar al campo tecnologías de transformación y desarrollo de productos innovadores con potencial de mercado.

Este esfuerzo es financiado por el Sistema General de Regalías y reúne a aliados como la Universidad Nacional, la Universidad de Caldas, ASOFRUTAS, AGROPEBEL, la Gobernación de Antioquia y Biointropic. Es un proyecto de 3 años de duración que apunta a conectar el conocimiento con oportunidades reales para las asociaciones productoras: Asociación de Productores de Fruta y Hortalizas de La Ceja (ASOFRUTAS) y Asociación de Productores Agropecuarios de Belalcázar (AGROPEBEL).

El proyecto incluye  tres desarrollos: jugo clarificado de mora (desarrollado con la tecnología microfiltración tangencial), puré de mora (obtenido con la tecnología flash explosion) y snacks de plátano maduro (a través de la fritura bajo vacío).

¿Cuál es nuestro rol en Biointropic?

CM: Aportamos con uno de los trabajos que mejor sabemos hacer: conectar la bio innovación con el mercado.

El equipo de Biointropic realiza tres responsabilidades clave dentro del proyecto:

  • Detectar oportunidades de mercado: hacemos vigilancia estratégica y comercial para entender hacia dónde puede ir cada producto innovador.
  • Validar productos en entornos reales: trabajamos con posibles clientes para probar tres productos desarrollados por asociaciones, obteniendo retroalimentación directa del mercado. Jugo clarificado de mora (desarrollado con la tecnología microfiltración tangencial), puré de mora (obtenido con la tecnología flash explosion) y snacks de plátano maduro (a través de la fritura bajo vacío).
  • Diseñar modelos de negocio viables: analizamos, construimos y cocreamos rutas comerciales viables que puedan ser sostenibles en el tiempo.

¿Cómo lo hacemos?

CM: Con un equipo técnico que aporta desde la inteligencia de mercados, el diseño de modelos de negocio y la validación comercial. Nuestro compromiso incluye un acompañamiento estratégico que pone al productor en el centro y al mercado como guía.

Este trabajo no es consultoría de escritorio: estamos hablando con clientes reales, recogiendo datos en campo, y traduciendo todo eso en acciones concretas para las asociaciones rurales involucradas.

Camilo Mejía de Biointropic, visitando las instalaciones de AGROPEBEL en el municipio de Belalcázar, en Caldas, Colombia.

¿Por qué importan estas actividades en el marco del proyecto?

CM: Voy a compartir la importancia de cada una de estas tres líneas de trabajo implicadas en este proyecto:

Porque los desarrollos rurales deben compartirse

En el campo colombiano hay talento, conocimiento empírico, saberes técnicos y productos con gran potencial. Pero muchas veces, estos desarrollos se quedan en el mismo entorno donde nacieron: en la finca, en la asociación o en una localidad. Muchas veces, porque este es el objetivo, y otras tantas porque quizá falta una visión empresarial que permita proyectarlos más allá.

Pensar con mentalidad de mercado -con visión de empresario- no significa abandonar el propósito social o comunitario. Significa entender que, si una empresa, una asociación o un producto quiere crecer, necesita entablar conexiones con otras localidades, con otras regiones, con otros públicos y con otras dinámicas de consumo. Algunos productos pueden tener un alcance local muy potente, otros podrían escalar a mercados regionales o incluso nacionales e internacionales. Lo importante es tenerlo claro: no todos tienen que llegar “a lo global”, pero sí necesitan encontrar su mercado y su camino.

Nuestra labor consiste en ayudar a las asociaciones a pensar en esa proyección: ¿Quién lo compraría? ¿Cómo lo haría? ¿Qué lo hace atractivo y viable? ¿Qué capacidades internas necesitan fortalecer para sostener ese crecimiento?

Porque validar comercialmente es más que una prueba, es aprender del mercado

Cuando hablamos de validación comercial, no nos referimos simplemente a que alguien pruebe un producto. Se trata de ponerlo frente a un cliente real, en un entorno real, y escuchar lo que ese cliente tiene para decir. ¿Qué le gusta? ¿Qué cambiaría? ¿Lo volvería a comprar? ¿Pagaría lo que cuesta?

En este proyecto, estamos validando tres productos del campo elaborados a través de la implementación de tecnologías desarrolladas por Agrosavia (microfiltración tangencial, flash explosion y fritura bajo vacío), tecnologías que serán transferidas a las  asociaciones rurales. La validación la hacemos con clientes del mercado objetivo. Esto nos permite recoger información clave sobre aspectos técnicos, comerciales y de percepción que muchas veces no se detectan en el entorno de producción.

Validar no es solo confirmar que algo funciona, es entender si realmente resuelve una necesidad y si lo hace mejor que otras opciones disponibles. Es una herramienta de aprendizaje para quienes producen, porque les da datos, no suposiciones. Y esos datos permiten tomar decisiones más acertadas, ajustar, rediseñar o reafirmar lo que ya se está haciendo bien.

Porque diseñar un modelo de negocio es construir una hoja de ruta con sentido

Un modelo de negocio no es simplemente una plantilla o un documento que “toca entregar”. Es una forma de pensar, planear y visualizar cómo una idea genera valor y se sostiene en el tiempo.

En este proyecto, trabajamos con asociaciones rurales para construir modelos de negocio reales y viables. Eso significa abordar preguntas clave como:

¿Cuál es la propuesta de valor del producto?

¿Quién es el cliente y cómo se llega a él?

¿Qué recursos, aliados y capacidades son necesarios?

¿Cómo se generarán ingresos y cómo se cubrirán los costos?

Diseñar este modelo junto a las asociaciones es también una manera de traducir sus sueños y propósitos en un camino claro, con metas alcanzables. Nos importa que los modelos de negocio reflejen tanto la identidad de la región y de la entidad (asociación o empresa) como la lógica del mercado.

Cuando una organización rural tiene claro su modelo de negocio, puede tomar decisiones más estratégicas, atraer aliados, negociar con argumentos y proyectarse con mayor confianza.

Camilo, ¿Algo que te gustaría compartir para finalizar esta entrevista?

Más allá de contar lo que estamos haciendo, este proyecto demuestra que la bioeconomía en Colombia avanza cuando unimos capacidades, saberes y recursos de diferentes sectores. Las alianzas entre entidades, universidades y productores rurales no solo generan innovación, también impulsan el desarrollo económico local y fortalecen las comunidades. Promover a estas asociaciones es promover el talento y la riqueza de nuestro campo. La invitación es clara: conocer, apoyar y consumir los productos del campo es una forma directa de construir un país más sostenible, competitivo y orgulloso de lo que produce.

Información de productos del campo implicados en este proyecto:

Descripción de puré o pulpa de mora

100% puré de fruta natural, sin diluir, ni concentrar, sin conservantes ni aditivos químicos. Pasteurizado a altas temperaturas con cortos tiempos, despulpado bajo vacío y envasado ultralimpio. Producto desarrollado por asociación de pequeños productores.

Descripción del jugo de mora:

Jugo de mora ultralimpio con 40% de fruta, sin conservantes ni aditivos químicos. Pasteurizado mediante la microfiltración por membranas en frio.

Descripción de los chips p snacks de plátano maduro:

Se obtienen a través de una tecnología de fritura al vacío, proceso adecuado para diversas frutas maduras y vegetales con alto contenido de azúcares y compuestos bioactivos, los cuales se preservan durante el proceso. Por ejemplo, en la fritura o deshidratación convencional de plátano o mango maduro, se generan colores marrones o negros, baja crocancia y pérdida de compuestos nutricionales y funcionales. En cambio, el proceso bajo vacío produce colores amarillos vivos, texturas crujientes y conserva compuestos bioactivos como vitaminas y polifenoles.

Si quieres saber más sobre estos productos o proyecto, escribe a cmejia@biointropic.com